
El tiempo se fragmentó en eternos pétalos
que forman un mandala lluvioso
en el caleidoscopio del corazón.
La gran línea de cronos se quebró
cuando te volviste pájaro.
Dejé de estar solo
porque comprendí nuestra unidad.
La tierra me lo estuvo diciendo
incluso las nubes me cachetearon.
Pero contigo recordé
y vuelvo a respirar vida.