viernes, enero 30
hibridación proactiva
Don caetano respondió a eso así: "Si tu vas a donde están esos jóvenes, conversas con ellos y escuchas hip hop, su música, ellos van a escuchar folklor"
Cuanta verdad...en vez de la imposición o la negación, el respeto. No es que alguno valga más que el otro, y de hecho creo que la música, la literatura, la pintura y la historia, por decir algunos ámbitos llamativos del ser humano, pueden crear cosas mucho más interesantes y creativas si se nutren del pasado, el presente y la otredad.
For example:
Lo único es el ojo, que no haya jerarquías de por medio al momento de calificar algo como "lo mejor". Superior a ello sería reducir tamaña afirmación a "lo que más me gusta", que es un poco menos atropelladora y ego-etnocéntrica. En todo caso decir algo así es siempre cerrarse un poco, mejor andar con el oídojo abierto, que en cualquier momento puede aparecer la imaginación-creación diferente que le inyecte un poco de electricidad al cuerpo.

jueves, enero 29
investigaciones truchas
A modo de presentación:
El salir a caminar sin rumbo ofrece el despistaje necesario para observar lo que se hace invisible en la sombra que llamamos día. Es así como el oleaje humano me arrastró dentro de imágenes que ciertamente respiran alejadas del pantanoso pie de la experiencia solar. Y es que el aterrizaje no es fácil, por lo mismo aíslo mi cráneo con un cuadernito y me lanzo a la calle, listo para serpentear cables e investigar porqué la ciudad tiene insomnio y ya no queda pasto para alejarse del voraz cemento. Investigar para que no nos trague la adictiva sonoridad de las burbujas al reventarse y para que las sirenas de los barcos vuelvan a hacernos encallar en roqueríos donde entregarse a la seducción. Por ello es que estas líneas de textura digital vienen a nuestro encuentro.

lunes, enero 26
ese click, ese alcachofazo


jueves, enero 22
ver

Lévi-Strauss, Tristes Trópicos.

martes, enero 20
anxiété
atraso neurótico e inútil
Temiromuñecatemiromuñecatemiromuñeca
no tengo reloj pero tengo reloj

miércoles, enero 14
alegoría de la antiplaza
ya no existe el chocopanda a cien
fue un proceso lento
precedido por la aparición del mustang
y la posterior alza en los centellas
pero realmente inesperado
[nunca pensamos llegar a esto]
de pronto dejó de oírse en la micro
pronuncié su nombre en vano
por algunos recorridos fantasmales
pero finalmente asumí la cruel realidad
volví a mi antiguo vicio el algodón
de azúcar me dejó rosados los bigotes
y las manos pegoteadas lo julero es
que no fue capaz de mitigar mi hambre por
lo que me agencié un mote con huesillo
que sabor y dulzura me dije primeramente
para desengañarme con un amargo huesillo final así que
decidí sentarme a esperar mi resurrección en la pileta
en el centro de esta tierra circense
mientras niñas y niños hacían malabares con sus ojos y
frente a los míos se gestaba un corazón decepcionado
la mujer terminó la conversación dejando
al pobre chico encerrado en su mp3
e ignorando a la abuelita sentada a su lado
que quizás era mucho más interesante que la mujer
pero el circo el chico y la plaza entera la ignoran
porque el tiempo es oro
¿y no viste que ya no existe el chocopanda a cien?

lunes, enero 12
olvido
I
La otra vez el Eduardo me contaba que es loco lo que pasa con las lenguas vividas en la oralidad, sin escritura. Él sabe porque anda metío trabajando en comunidades, donde ha observado y se ha nutrido de conversaciones en torno al fogón, y en realidad, en torno a todas las cosas. La cosa es que para algunos la escritura es el olvido, porque uno escribe las cosas que no puede recordar; aparece cuando la memoria se hace débil.
Me sentí tan precario cuando me contó eso. Yo escribo porque olvido y no da resultado, continúa el desgaste, un aislamiento interno que explica porqué mi gato me rajuñó, porqué ella no me llamó y porqué estoy tan estático.
II
Me acordé de una frase de Susan Sontag:
El aburrimiento es sólo otro nombre para determinadas especies de frustración
III
Y en la familia es donde todo el malestar se manifiesta con mayor poderío. En casa, en estas cuatro paredes, en estas dos orejas, en esta cabeza y cuello es donde puedo estar tranquilo negando las caricias, descansando en la frialdad. Uno es adicto, tiene el mal hábito de ser como es, grave y a la vez ingrávido.
Que ironía en realidad, porque me siento tan muladhara para arriba y para abajo. Conectadísimo a la tierra, demasiado apegado a lo terrenal, a la vez que negando el aquíestar y perdiéndose sin tocar a nadie.

con otros y con uno mismo
Las personas nacen cuando se encuentran

miércoles, enero 7
dAdá

martes, enero 6
dada
