jueves, septiembre 24

Confesión de un antropólogo


Un par de años antes de la hecatombe que definiría el paso a la era posthumana, cierto antropólogo cuyo nombre no ha podido ser descifrado escribió esta confesión en su lecho de muerte. ¿Testimonio de sus andanzas en la disciplina? ¿metáfora de los últimos tiempos de la civilización humana? quizás nunca lo sabremos, pero helo aquí:


Me redujeron a una comunidad dispersa.
Me introyectaron la globalidad.
Intercedieron por mí, me invitaron
a diagnosticar culturas.

Desarrollo, dicen. Proyectos que
implican eliminar vacas,
intervención social tirada de las mechas.
Desarrollo integral, dijeron.

La comunidad fue fracturada,
la propiedad atomizada.
Ya no hay espacio para el pastoreo.

La aldea global fue construida
sobre desiertos en espiral.

2 comentarios:

Pájaro Verde dijo...

ya no hay espacio para el pastoreo!!!!

D=

fabiancocq dijo...

ashí no mas es la cosha... ya empezó la posthumanidah! sea lo q sea