viernes, febrero 20

puntillismo reflexológico

Iban caminando por una bajada llena de piedras. En realidad eran adoquines y piedras, da igual, la cosa es que unos pies comenzaron a doler. Está sacrificado este camino, dijo ella, a lo que él respondió –esta güeno pa’ los que tienen pie plano, como yo.

Primero pensaron en un fakir, luego en esos chinitos pelados que caminan sobre brasas ardientes. Finalmente llegaron a la conclusión de que era una especie de reflexología, pero como habían piedras muy chiquititas se trabajaba con principios puntillistas. Quizás algún día se puedan llegar a conocer todos los colores que tiene un pie. Igual es verdad que algunas cosas se ven mejor desde lejos, aunque probablemente dependa de las distancias y ojos de cada uno; ella que no tiene pie plano prefiere ir por la vereda.

Los adoquines pedregosos de la calle están pegados a la vereda. La vereda está pegada a los pedregosos adoquines de la calle. Segunda conclusión de la bajada: se puede caminar juntos sin abandonar el pie propio.

3 comentarios:

Fran dijo...

una suerte que la calle entregue opciones para tal variedad de pies!

Romina dijo...

Esto es como una mezcla entre una oda al pie y la fuerza de la superación de las diferencias entre personas con características desiguales. Amé tu texto.
Nos leemos entonces :) !

Unknown dijo...

uno hace puntillismo con varios sentidos. para las sensaciones el lápiz scripto es rebueno. lucianitez! justo habia echo unas pelotas así!
hoy un personaje me recordó la voz y me puse a pensar cómo guardar un recuerdo de voz (q no se tecnológico)
que lindo debe haber sido esos años en q para oír tenías que ir,aunq te dolieran los pies...